Gracias a Pablo y Ana, por creer en las ideas y apostar por la imaginación.

A Xavi Amat (Quotaller), Planas, Ángel Arribas (Empty), Óscar Andrés, Antonio Mailan (ingeniero), Vanesa Álvarez (fotografías del montaje).

A Jaime Narváez por el diseño del libro Habitar un erizo del que parte esta publicación digital y a Gonzalo Golpe por la coordinación del proyecto.

 

Diseño: Marina Meyer

Código: Readymag

Fotografías de la obra: Esi Seilern

Creative Commons BY-NC-ND

Bárbara Pérez

Arquitecto AA Dipl. 2003 COAM 15747

+34 620 03 25 37

barbara@barbaraperez.me

Instagram

Libro Habitar un erizo

Gracias a Pablo y Ana, por creer en las ideas y apostar por la imaginación.

A Xavi Amat (Quotaller), Planas, Ángel Arribas (Empty), Óscar Andrés, Antonio Mailan (ingeniero), Vanesa Álvarez (fotografías del montaje).

A Jaime Narváez por el diseño del libro Habitar un erizo del que parte esta publicación digital y a Gonzalo Golpe por la coordinación del proyecto.

 

Diseño: Marina Meyer

Código: Readymag

Fotografías de la obra: Esi Seilern

Creative Commons BY-NC-ND

Gracias a Pablo y Ana, por creer en las ideas y apostar por la imaginación.

A Xavi Amat (Quotaller), Planas, Ángel Arribas (Empty), Óscar Andrés, Antonio Mailan (ingeniero), Vanesa Álvarez (fotografías del montaje).

A Jaime Narváez por el diseño del libro Habitar un erizo del que parte esta publicación digital y a Gonzalo Golpe por la coordinación del proyecto.

 

Diseño: Marina Meyer

Código: Readymag

Fotografías de la obra: Esi Seilern

Creative Commons BY-NC-ND

Bárbara Pérez

Arquitecto AA Dipl. 2003 COAM 15747

+34 620 03 25 37

barbara@barbaraperez.me

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Bárbara Pérez

Arquitecto AA Dipl. 2003 COAM 15747

+34 620 03 25 37

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Libro Habitar un erizo

Estudio la forma. Me definiría a mí misma como Formalista desde el entorno de la arquitectura. Estudié en la Architectural Association de Londres y me licencié en el 2003. Trabajé para Richard Rogers Partnership (hoy RSHP) del 2004 al 2009 en Madrid y Londres; en Estudio Lamela en Madrid del 2010 al 2017. En la AA empecé a estudiar Diseño Paramétrico e Impresión 3D durante mi último año (diploma Unit 5 con George Liaropoulos-Legendre y Lluis Viu Rebés). Allí aprendí lo básico. Estas esculturas nacen de coger dos elementos diferentes para generar un tercero. Parto de cosas existentes que me impactan por su naturaleza. La naturaleza es la forma más desarrollada del diseño, examinada por la evolución cuyos modelos sin éxito se eliminan al no permitirles sobrevivir o reproducirse. Cualquier resultado formal atractivo lleva consigo unos números que conforman su belleza. Analizo y estudio su geometría, repetición, proporción, trazados reguladores, ritmos de crecimiento, datos. Datos traducidos a través de la representación de los números usando el dibujo y la tecnología de impresión 3D. Son superficies paramétricas variables, se generan extrayendo datos y definiendo parámetros. En la actualidad los datos son accesibles casi dentro de cualquier ámbito. Todo está directamente vinculado a mi interpretación: defino y ajusto esas normas según moldeo la forma. Disfruto esa libertad abstracta de la realidad repleta de restricciones. La escala por último es ambigua por el detalle y su influencia arquitectónica. Su semejanza a las maquetas es inevitable y acentúa el deseo de ser de mayor tamaño. Por esta misma razón mantienen un carácter de prototipo experimental en contraste con la tecnológica que acompaña. La Impresión 3D tiene sus limitaciones en cuanto a tamaño. Hacer cosas grandes ha sido el reto. Imprimir segmentos por partes, moldes, mezclas con materiales que admiten el detalle, fuertes estructuralmente y a la vez ligeros. En mi experiencia, con cada una de estas piezas se ha invertido desde un proceso altamente tecnológico a un proceso puramente artesanal apoyado en el oficio y la alquimia. Los límites actuales se encuentran al materializar la fase abstracta anterior. Coste y peso son los primeros en aparecer, sin embargo, los sistemas de construcción están experimentando una revolución tecnológica y química hacia la precisión y la fiabilidad. Sólo puede mejorar.

Estudio la forma. Me definiría a mí misma como Formalista desde el entorno de la arquitectura. Estudié en la Architectural Association de Londres y me licencié en el 2003. Trabajé para Richard Rogers Partnership (hoy RSHP) del 2004 al 2009 en Madrid y Londres; en Estudio Lamela en Madrid del 2010 al 2017. En la AA empecé a estudiar Diseño Paramétrico e Impresión 3D durante mi último año (diploma Unit 5 con George Liaropoulos-Legendre y Lluis Viu Rebés). Allí aprendí lo básico. Estas esculturas nacen de coger dos elementos diferentes para generar un tercero. Parto de cosas existentes que me impactan por su naturaleza. La naturaleza es la forma más desarrollada del diseño, examinada por la evolución cuyos modelos sin éxito se eliminan al no permitirles sobrevivir o reproducirse. Cualquier resultado formal atractivo lleva consigo unos números que conforman su belleza. Analizo y estudio su geometría, repetición, proporción, trazados reguladores, ritmos de crecimiento, datos. Datos traducidos a través de la representación de los números usando el dibujo y la tecnología de impresión 3D. Son superficies paramétricas variables, se generan extrayendo datos y definiendo parámetros. En la actualidad los datos son accesibles casi dentro de cualquier ámbito. Todo está directamente vinculado a mi interpretación: defino y ajusto esas normas según moldeo la forma. Disfruto esa libertad abstracta de la realidad repleta de restricciones. La escala por último es ambigua por el detalle y su influencia arquitectónica. Su semejanza a las maquetas es inevitable y acentúa el deseo de ser de mayor tamaño. Por esta misma razón mantienen un carácter de prototipo experimental en contraste con la tecnológica que acompaña. La Impresión 3D tiene sus limitaciones en cuanto a tamaño. Hacer cosas grandes ha sido el reto. Imprimir segmentos por partes, moldes, mezclas con materiales que admiten el detalle, fuertes estructuralmente y a la vez ligeros. En mi experiencia, con cada una de estas piezas se ha invertido desde un proceso altamente tecnológico a un proceso puramente artesanal apoyado en el oficio y la alquimia. Los límites actuales se encuentran al materializar la fase abstracta anterior. Coste y peso son los primeros en aparecer, sin embargo, los sistemas de construcción están experimentando una revolución tecnológica y química hacia la precisión y la fiabilidad. Sólo puede mejorar.

Estudio la forma. Me definiría a mí misma como Formalista desde el entorno de la arquitectura. Estudié en la Architectural Association de Londres y me licencié en el 2003. Trabajé para Richard Rogers Partnership (hoy RSHP) del 2004 al 2009 en Madrid y Londres; en Estudio Lamela en Madrid del 2010 al 2017. En la AA empecé a estudiar Diseño Paramétrico e Impresión 3D durante mi último año (diploma Unit 5 con George Liaropoulos-Legendre y Lluis Viu Rebés). Allí aprendí lo básico. Estas esculturas nacen de coger dos elementos diferentes para generar un tercero. Parto de cosas existentes que me impactan por su naturaleza. La naturaleza es la forma más desarrollada del diseño, examinada por la evolución cuyos modelos sin éxito se eliminan al no permitirles sobrevivir o reproducirse. Cualquier resultado formal atractivo lleva consigo unos números que conforman su belleza. Analizo y estudio su geometría, repetición, proporción, trazados reguladores, ritmos de crecimiento, datos. Datos traducidos a través de la representación de los números usando el dibujo y la tecnología de impresión 3D. Son superficies paramétricas variables, se generan extrayendo datos y definiendo parámetros. En la actualidad los datos son accesibles casi dentro de cualquier ámbito. Todo está directamente vinculado a mi interpretación: defino y ajusto esas normas según moldeo la forma. Disfruto esa libertad abstracta de la realidad repleta de restricciones. La escala por último es ambigua por el detalle y su influencia arquitectónica. Su semejanza a las maquetas es inevitable y acentúa el deseo de ser de mayor tamaño. Por esta misma razón mantienen un carácter de prototipo experimental en contraste con la tecnológica que acompaña. La Impresión 3D tiene sus limitaciones en cuanto a tamaño. Hacer cosas grandes ha sido el reto. Imprimir segmentos por partes, moldes, mezclas con materiales que admiten el detalle, fuertes estructuralmente y a la vez ligeros. En mi experiencia, con cada una de estas piezas se ha invertido desde un proceso altamente tecnológico a un proceso puramente artesanal apoyado en el oficio y la alquimia. Los límites actuales se encuentran al materializar la fase abstracta anterior. Coste y peso son los primeros en aparecer, sin embargo, los sistemas de construcción están experimentando una revolución tecnológica y química hacia la precisión y la fiabilidad. Sólo puede mejorar.