A lo largo de la ejecución el reto constante ha sido, estructuralmente, el espesor de la pieza, reducirlo hasta el límite utilizando tan poco material como sea posible. La superficie es a dos caras, con dos acabados distintos: uno liso, otro facetado y rugoso. Ha sido necesario combinar el detalle de la textura en el molde y el lijado manual.

A lo largo de la ejecución el reto constante ha sido, estructuralmente, el espesor de la pieza, reducirlo hasta el límite utilizando tan poco material como sea posible. La superficie es a dos caras, con dos acabados distintos: uno liso, otro facetado y rugoso. Ha sido necesario combinar el detalle de la textura en el molde y el lijado manual.

A lo largo de la ejecución el reto constante ha sido, estructuralmente, el espesor de la pieza, reducirlo hasta el límite utilizando tan poco material como sea posible. La superficie es a dos caras, con dos acabados distintos: uno liso, otro facetado y rugoso. Ha sido necesario combinar el detalle de la textura en el molde y el lijado manual.